Carlos Bayala, de New, y José Del Rio, de LA NACION. Foto: LA NACION |
Cinco ejecutivos con
presencia en diferentes países analizaron las características que distinguen a
la conducción local y que la hacen reconocida a nivel internacional
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NACIONDOMINGO 24 DE ABRIL DE 2016
Carlos Bayala, de New, y
José Del Rio, de LA NACION
Uno está en Silicon Valley,
otro en Italia, otro vive en Buenos Aires, pero pasa dos días por semana en un
avión; otro tiene su sede en Londres y otro hace 26 años que salió de la
Argentina para residir en distintos países. Nadie mejor que ellos para analizar
el fenómeno del "management argentino por el mundo", el tema que se
abordó en la tercera jornada de la tercera edición de Management 2020, organizado
por LA NACION y Accenture. Y "ellos" son: Tomás Pierucci, cofundador
y presidente de Bluesmart; Horacio Pagani, dueño de Pagani Automobili; Gonzalo
Lissarrague, presidente de Global Growth & Operations de Thomson Reuters;
Carlos Bayala, director creativo de New, y Germán Curá, presidente de Tenaris
Norteamérica.
En distintas entrevistas que
les hizo uno por uno José Del Rio, adscripto a la Secretaría General de
Redacción de LA NACION, estos "ciudadanos del mundo" desmenuzaron lo
que es para ellos el ADN nacional que distingue a los argentinos que trabajan
fuera de las fronteras de su país y que hacen llegar sus creaciones, gestiones
e impronta al resto del planeta.
"¿Qué distingue a los
argentinos del resto?", fue la pregunta que disparó el análisis y a partir
de la cual los cinco entrevistados dejaron palabras como
"creatividad", "garra", "pasión", "capacidad
de adaptarse", "empatía" e "irreverencia", entre
otras.
Pierucci considera que lo
que caracteriza al argentino es que tiene mucha garra y pasión, y le cuesta
mucho darse por vencido. Avanza contra viento y marea, y por más que le digan
que no. "Creo que los argentinos, a raíz de todo lo que vivieron en el
país, se van fortaleciendo individualmente. Lamentablemente como grupo todavía
no funcionamos muy bien, pero soy optimista y creo que vamos por el buen camino
para mejorar en ese aspecto y que lo que se viene de acá para adelante es muy
bueno", comentó.
Horacio Pagani, de Pagani Automobili. Foto: LA NACION |
Pagani amplía el espectro y
prefiere referirse a los latinos en general. Opina que se trata de un grupo con
características interesantes. "Somos creativos, fantasiosos, simpáticos,
vivos y tenemos una buena invención. Y tenemos muy poco respeto por la
historia. Entonces contamos con un montón de cosas fantásticas y otro montón de
cosas que nos hacen siempre empezar de nuevo. Cuando no respetás la historia,
te toca siempre empezar de nuevo", opinó.
Sin duda que las recurrentes
crisis por las que atravesó el país han dejado su impronta en el ADN del
management argentino por el mundo. Esto es lo que refleja el pensamiento de
Lissarrague. "La crisis, para nosotros, tiene que ser una oportunidad
porque vivimos en constantes crisis. Cuando suceden las situaciones más difíciles
es cuando nuestros clientes más requieren que estemos cerca de eso", dijo
el ejecutivo.
Para Lissarrague, un
componente muy importante del management argentino es que puede trabajar a
nivel estratégico, pero también a nivel operativo. "Podemos mirar cuál es
la visión global, pero también entender que hay cuestiones operativas a
resolver todos los días. Además tenemos una enorme adaptación al cambio, vemos
el cambio como algo positivo. Otro componente importante es la capacidad que
tiene el argentino de relacionarse con el otro", acotó.
Germán Curá, de Tenaris. Foto: LA NACION |
Sin duda, los argentinos son
un caso distinto, se hacen notar en cualquier lugar en el que dicen
"presente". En este sentido, Bayala destacó que el nacido en estas
tierras tiene una distancia, una perspectiva y una participación que lo hace
único. "Tenemos un buen nivel de ironía que nos hace muy irreverentes y
nos pone en un plano de mucha posibilidad. No creemos mucho en lo que se nos
da, entonces lo rompemos todo y lo volvemos a armar", enumeró.
Claro que estas
características, según Bayala, son productivas siempre que se tenga un poco de
paciencia para esperar los resultados a largo plazo. Y la paciencia, dijo, no
es una característica muy criolla. "El argentino está muy interesado en
conocer al otro, en aprender y entender dónde uno está parado respecto de las
ideas que hay alrededor. Luego se mezcla el narcisismo y arma un lío tremendo
en la ecuación", agregó el creativo.
Curá, por su parte, enfatizó
que, según su experiencia, el management argentino tiene tres características
notables: "La primera es una muy buena base profesional; la segunda es que
tiene un nivel de compromiso notable, y la tercera es la dimensión humana,
porque el argentino en general es curioso, empático, se integra, pregunta,
aprende, y por lo tanto es bien recibido por otra cultura que al final lo
reconoce y lo promueve".
Tomás Pierucci, de Bluesmart. Foto: LA NACION |
A la hora de diseccionar las
razones por las cuales son exitosos en lo que hacen, Pagani puntualizó que lo
importante es razonar con la mentalidad del cliente y tratar de crear un
vestido a medida, que, en su caso, es un automóvil. Pensamos que los clientes son
realmente nuestros patrones, los que nos pagan los sueldos y hacen crecer
nuestra familia.
Lissarrague prefirió dejar
de lado lo individual para centrarse en el conjunto. "Más que un
individuo, lo importante es un equipo. Un equipo que crea, que tenga sentido
del propósito, que tenga humildad para aprender y que sepa que de los errores
también se aprende", afirmó.
Según Bayala, afuera se
conocen nuevos niveles de humildad, porque se tiene menos público alrededor.
"Entonces te la jugás un poco más, bajás algunos cambios, observás más. El
público más difícil es mi mamá, mis hermanos, mis amigos. Esos son los públicos
más bravos, aunque todavía no entienden muy bien qué hago", se sonríe el
creativo.
¿Qué se gana creciendo
afuera y qué se pierde? se le preguntó a Curá. Respondió sin dudar que lo que
se gana es una visión del mundo muy real. "Yo tuve la oportunidad de ser
el responsable global de la firma, lo que me llevó a recorrer cada rincón del
mundo y me permitió entender sobre consumo, marco regulatorio, etcétera",
contestó.
Gonzalo Lissarrague, de Thomson Reuters. Foto: LA NACION |
Entre lo que se pierde,
señaló la cotidianidad de la Argentina, los afectos. "Afortunadamente, la
tecnología en los últimos años ha permitido mantener un contacto más fluido.
Ahora, si me lo preguntás, volvería a hacer lo mismo, sería un ciudadano
global, porque la experiencia hecha por mí y mi familia te da una visión de
cómo funcionan las cosas, de cómo se pueden hacer las cosas más allá de las
diferencias de opinión, y cómo se debe gestionar", explicó Curá.
El hecho de estar fuera del
país, con los ojos en varios mercados, lejos de los seres queridos, requiere
una templanza especial. El manejo del estrés se vuelve una condición casi vital.
En este aspecto, Curá observó que el argentino, producto de su historia de
vaivenes, ha aprendido, a veces hasta inconscientemente, a enfrentar
situaciones cambiantes. "Lo hacemos preservando siempre la visión de largo
plazo y estando siempre dispuestos para adecuarnos a la realidad de lo que la
volatilidad de nuestra industria va demandando", concluyó.
Sin duda, el ADN argentino
deja su marca en el management mundial y es mirado con respeto en el resto de
los países, donde la impronta criolla se abre cada vez más camino.
LA NACIONEconomíaManagement
2020