(EL PAÍS
(Madrid) 10/08/12 - 21:44)
El viernes pasado, la Presidenta presentó
su declaración jurada ante la Oficina Anticorrupción. En su presentación,
Cristina asegura que heredó $31.637.916 de Néstor Kirchner y declaró un
patrimonio de 39.666.433 de pesos. El diario El País, de España, se hizo eco de
la cifra y la califica como "fulminante", al tiempo que
remarca que en 2003, cuando Néstor Kirchner juró como presidente, "el
matrimonio sólo tenía 1,3 millones de euros.
El periódico español destaca que Cristina "es
la segunda jefa de Estado más rica de Iberoamérica, después del chileno Sebastián
Piñera", aunque advierte que éste último "llegó al poder cuando ya
era multimillonario".
Asimismo, El País sostiene que la Presidenta tuvo una virtud "indiscutible" a la hora de lograr incrementar su patrimonio. "Talento más trabajo y dedicación, buen olfato, sentido de la oportunidad, pueden llamar como prefieran a esa cualidad que les ha permitido enriquecerse. En 2003, cuando Néstor Kirchner juró como nuevo presidente de Argentina, el matrimonio tenía 1,3 millones de euros. Siete años después, su patrimonio se ha multiplicado por diez", repasa.
Tal como informó Clarín.com el lunes pasado, cuando la declaración jurada de la Presidenta estuvo disponible al público en la Oficina Anticorrupción, el patrimonio personal de Cristina creció un 14%, ya que la sucesión de Néstor Kirchner dividió el patrimonio familiar. Y, de poseer el 50% de los 70 millones de pesos que había declarado el matrimonio en 2010, ahora posee $39.666.433.
Para El País, criticar a Cristina, "una presidenta que tanto dice defender a los más desfavorecidos, por haber amasado tan rápido la fortuna" que declara, "no tiene que ver con ser de izquierdas o populista", sino "otra cosa". Y recuerda: "En 2006, por ejemplo, se adjudicaron a dedo unos terrenos públicos en Calafate, y los Kirchner compraron dos hectáreas por 26.000 euros. Juzguen ustedes cuanta suerte, habilidad o qué: en 2008 las vendieron por dos millones".
EL BLOG OPINA
Lamentablemente es así, demonios de la peor ralea que no hicieron otra
cosa que ocultarse tras una máscara de personas bienintencionadas y autoproclamándoses como un modelo de virtudes y probidades. Todavía lo hacen y lo seguirán haciendo hasta que les llegue
su hora o alguien o algo les de un "parao". Nada valen como personas, son seres fatuos que vienen delinquiendo
desde antes de dedicarse a la política, principalmente con trapacerías “leguleyas”,
para apropiarse de bienes ajenos y escudándose tras gestiones para
aparentar ser luchadores sociales. Ella, su finado esposo, (quien fungía de Alí
Babá, muerto en circunstancias extrañas y no suficientemente aclaradas) y su banda, no son otra cosa que vulgares ladrones con una
ligera capa de barniz embellecedor.
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