LE ESPERA UN AÑO DURO A LA PRESIDENTE…

Juan Yáñez

                           El 2011 deberá ser para la Sra. Cristina de Kirchner un año de definiciones impostergables. No solo como Jefa de Estado, bien plantada en su cargo, con genuina firmeza, sin poses donde al aparentar se le ve la hilacha al vestido,  sino en el plano personal al que consideramos mucho más importante y trascendente que el político. Debe mostrarse segura en su cargo, notarse su protagonismo y dejar de proyectarse como la eterna viuda de Kirchner.   

 Sin embargo la influencia de su esposo no puede, ni debe obviarse y menos aún subestimarse.  En política todo vale mientras se haga con prudencia para no trabar el juego institucional. Después de la muerte de su esposo se ha formado una nueva generación de kirchneristas que podría utilizarse como punto de partida donde se integren todos los elementos dispersos  de esa fuerza, se aglutinen y logren alcanzar una solidez que sería nada despreciable. En lo personal se juega una difícil carta que dependerá de su dosis de criterio para salir bien parada en las situaciones por venir. Este es un año electoral muy complejo. Fuerzas con iguales principios, que por supuesto se valen de un mito ampliamente generalizado que pronto alcanzará las siete décadas.

 La lucha siempre ha sido por sobresalir y ser notado por el electorado como una promesa de firme sustentación y presencia del mito. Los mitos envejecen, se desgastan y agotan su contenido y por ello se hace necesario su mantenimiento y restauración constante. No olvidemos que los mitos parten de una piedra fundamental donde se continuará construyendo encima de ella, para crear una estructura que servirá para colocar aquello de interés y trascendencia que sea útil a aquellos que se valen de su imagen. A través del tiempo los mitos se sobrevaloran, según la habilidad de sus promotores, hacen que un ciego vea, que un mudo hable, y hasta se convierten en deidades y santos milagrosos.

 Por ese camino parece ser que viene la cosa. Néstor Kichner, quien con toda seguridad ahora es que le queda tiempo para que sea mitificado o más correctamente que lo mitifiquen de acuerdo a intereses particulares. Sin duda, su persona llegó a donde el destino fijó su sino y gozó de amplia aceptación por el electorado quien –como siempre sucede- aún espera mucho de él, a pesar de que solo quedó su recuerdo.  Es entonces que la Señora Presidente ya debe haber sido suficientemente asesorada que su esposo es una carta de triunfo de imposible postergación y ya ha empezado en su empeño. Con bien dice Fernando Laborda en su reciente artículo publicado en LA NACIÓN, el dos de enero de 2011. Que titulara “Cristina Kichrner condenada a buscar su reelección”. Y entre algunos de sus párrafos dice:  “… La subsistencia del kirchnerismo -y la suya propia- está atada a la candidatura de Cristina Kirchner a un nuevo período presidencial. El proceso de virtual beatificación de Néstor Kirchner es otro de los mejores indicadores de que el operativo para la rutinización del kirchnerismo y la lógica reelección de su heredera están en marcha. Que en más de una ocasión, incluido su último mensaje de 2010 por cadena nacional, la Presidenta no recuerde a su esposo por su nombre, sino como "El", dice mucho acerca de la intención de convertir al ex jefe del Estado en un mito nacional. También lo hacen dos notas firmadas por directivos de la agencia de noticias oficial Télam, que, en oportunidad de la última celebración navideña, compararon a Néstor Kirchner con Jesús.”.

Ese es el panorama que está a la vista. No creo que haya mejores opciones y deben alcanzarse los objetivos con cautela y cimentar apropiadamente lo logrado. Nunca se debe exagerar, prudencia, astucia  y juego limpio, no sea cosa que se les vaya la mano y les salga el tiro por la culata. Así coronaría la Señora Presidente para un nuevo periodo constitucional.

Material gráfico, agradecimientos a:  www2esmas.com    fuerzavallejo.blogspot.com   alllatino.net   lineacapital.com.ar   elperiodicotucuman.com.ar